Me encantan los libros en los que se ríe y se llora con la misma facilidad y con el mismo desempacho. «Llueve sobre mi infancia» es de estos libros. El mundo de la infancia es siempre un mundo que despierta ternura y nostalgia por la inocencia y la ingenuidad. Miguel Sanches Neto narra así una tiernísima pero a la vez brutal historia, contada con un lenguaje sencillo pero de un bello lirismo. En un Brasil profundo y crudo, el autor narra su infancia, su niñez, su adolescencia sin ningún pudor para mostrarnos sus sentimientos, sus sufrimientos, sus penas y sus dolores.
Empezando con la más completa inocencia de la primera infancia, el protagonista nos va mostrando todas aquellas emociones y sentimientos que va experimentando a medida que crece y se va encontrando con el lado menos noble del ser humano: el egoísmo, la mezquindad, el resentimiento tanto en sí mismo como en los que lo rodean.
Narrado con la frescura de un diario, de una confesión, este libro nos presenta el mundo visto a través de los ojos de un niñito inocente, un niño desconfiado, un jovencito retraído, un joven rebelde. Una historia cruda y tierna, dulce y amarga, narrada con un lenguaje fresco y franco. Una verdadera delicia.