Resulta muy poco probable que lleguen a ser grandes líderes los jóvenes que se dejan arrastrar hacia el negocio familiar porque representa la promesa de una vida regalada y segura. Un joven heredero escosés recomienda a las empresas familiares actuar como actuó la suya: prohibiendo que nadie de su parentela pueda unirse al negocio sin haber trabajado antes cinco años en cualquier otra compañía. A su parecer, una medida así permite a los familiares demostrar su valía y les impide aferrarse a la opción más sencilla.