Una vida, varios amores

Odette Scheel

Reseña de Arturo Monterroso

 

El libro de Odette Scheel nos cuenta la historia de una mujer apasionada que va al encuentro del amor, pero que no elude el sufrimiento ni la reflexión que le provee el dolor, la ausencia y la distancia. Margarita, la protagonista de esta novela situada en los linderos de la autoficción, es un ser humano sensible y fuerte al mismo tiempo, aunque a veces se derrumba, empujada por los golpes de la vida. Su voluntad irreductible la lleva a seguir adelante en una búsqueda de la felicidad, que encuentra en la familia, en la ciudad de sus raíces, en los viajes, en sus experiencias, en su profesión y en los hombres que ama, a pesar de los muchos encuentros y desencuentros a lo largo de los años. 

La novela, narrada en primera persona y escrita a partir de un contrapunto entre el pasado y el presente, nos lleva de Guatemala a Marruecos, un país que la autora describe con primor y donde encuentra una frase que la hace reconsiderar su propia existencia: «la prisa mata». Pero pronto nos conduce al Quetzaltenango de su niñez, a la casa paterna, a la zozobra del primer amor. Después vendrán el matrimonio, los años vividos en el extranjero, la alegría de los hijos y la satisfacción del trabajo, pero también el cansancio, la pena y el desamor. Y, cuando Margarita parece haber aceptado sin reticencias un futuro que llenará su casa únicamente de hijos y de nietos, un encuentro inesperado la lleva a una relación que, al principio, le parece tan peregrina como impracticable. 

El lector encontrará en Una vida, varios amores una historia contada con un rico lenguaje cotidiano, una riqueza anecdótica que nos obliga a continuar leyendo y una honestidad que contribuye a la verosimilitud. Se trata de una ficción tan cercana a la realidad, tan humana y tan alejada de la impostura que terminamos identificados con el relato de Margarita, viéndonos en ese espejo de la alegría, la tristeza, la búsqueda, la nostalgia y el amor que es la celebración de la vida. 

 

Guatemala, 27 de agosto de 2021