En el año 2005, nadando una vez más en Sophos y sus libros, descubrí Disappeared, a Journalist Silenced, de June C. Erlyck. La obra narra la vida y desaparición de la periodista guatemalteca, Irma Flaquer. Al parecer, en la convulsionada Guatemala de los 70´s, esta periodista ejercía su profesión con especial arrojo. No sentía temor a la hora de publicar sus opiniones, investigaciones y comentarios. Su columna LO QUE OTROS CALLAN dio mucho de qué hablar.
Corrían tiempos en los que ejercer el supremo derecho a la libre expresión era un lujo suicida. Flaquer fue víctima de más de algún atentado y recibió múltiples advertencias; hasta que, en octubre del 80, desapareció para siempre.
Por supuesto lo compré. Es lo que sucede cuando una viaja al planeta Sophos. Vas con un plan de compras literarias cuidadosamente trazado, una lista de una o varias obras que te llaman y a quienes llamas. De pronto se atraviesa en tu exploración otro libro destinado a habitar tu librera. Una obra inesperada que expande un trecho más el rango de tus cuestionamientos.
A pesar de la historia inaudita que cuenta, el libro me atrapó. Habla de una Guatemala que yo no conocía a pesar de vivir en ella. Aún era niña cuando sucedieron los hechos que Erlyck expone en el libro. Aprendí de los protagonistas de la época y sus conflictos, conocí un poco más sobre los diarios y sus editores. Supe de realidades padecidas por gente de prensa, muy distintas a la cotidianidad de mi vida de niña urbana.
En aquel 2005, me llamó la atención el hecho de que no había sido traducido. La semana pasada recibí un correo, de Sophos nuevamente, anunciando la versión en español. Me dio tanto gusto.
Escribo esta nota a propósito del día del Periodista que se celebra el 30 de noviembre. Felicito a los valientes héroes, narradores de anécdotas y militantes de la libre opinión. Sus letras forman parte del complejo tejido sobre el que yace nuestra historia. Es más, en algunas ocasiones, son la hebra misma que la urde. Irma, por ejemplo.
Nicté Serra
Apasionada por la literatura, las historias, la poesía especialmente. La palabra, ese maravilloso instrumento, me explica el mundo. Mi locura es escribir y claro, también leer. Tengo la certeza de que la creatividad es necesaria en todos los universos, los versos y las historias, la vida…