Pan y Cerveza – Eduardo Halfon
Alguna vez alguien cometió el dulce error de hablarme sobre un librito que contenía el relato fantasioso de la muerte del pintor italo-guatemalteco Carlos Valenti. Digo error porque desde ese día no he parado de hablar a conocidos y amigos sobre el librito en cuestión y digo dulce porque es sin duda la mejor nouvelle que leí durante todo el 2017.
El contenido de esta pequeña belleza no es nuevo. Se publicó por primera vez en Alfaguara bajo el nombre Esto no es una pipa, título muy sugestivo y que hace un guiño a uno de los pintores surrealistas más importantes: René Magritte.
Pero no contento con ello, el mundo literario exigió de Sophos la recuperación de la novela corta en una nueva edición que en lo material mezcla la maravilla de la imprenta con la insuperable belleza de la artesanía: cada ejemplar tiene, pegado a mano, un conjunto de postales en las que se ve una selección de las pinturas de Valenti y (oh, sorpresa) cada pintura da el nombre, uno por uno, a los capítulos del libro.
Por si no fuera poco, Sophos cambió inteligentemente el título por uno aún más seductor, si se piensa, como señala Halfon al principio, en aquella carta de Vincent van Gogh a su hermano Theo, en que recuerda que Dickens tenía por desayuno perfecto para un suicida precisamente eso: Pan y cerveza.
No es esta una novela en la que se busque resolver el misterio de la muerte de Valenti como cuestión criminal, sino un viaje por los lugares y personas que se vieron tocados por la mística y elegante personalidad del artista. Transcurre sobre todo en París, en ese ambiente intelectual y rebelde al que perteneció una gama de nombres que dan vida a los personajes del libro y que fueron testigos de la grandeza de Valenti: Pablo Picasso, Claude Debussy, Diego Rivera, René Magritte y por supuesto Carlos Mérida, entre otros.
Valenti se suicidó en lo mejor de su carrera y desde la primera página sus razones encogen el corazón y siembran dudas. Al finalizar el libro, el lector se encuentra con un cuadro completamente distinto y una profunda compasión por el joven Valenti, que habrá para entonces culminado su Opus Magna: la muerte.
La forma brillante y sencilla con que Halfon relata la historia es poco frecuente y el lazo que dibuja entre las artes plásticas y la literatura confluyen en una pieza devorable en unas cuantas horas, fruto del frenesí que causa la lectura insaciable de quien lo toma en sus manos.
Hay, sin embargo, dos cosas que habría que lamentarse del libro: que se acabe y que, por mayor fuerza con que el lector lo desee al terminarla, la historia es ficticia.
HALFON, EDUARDO
ISBN: 978-9929-745-00-1
Editorial: SOPHOS EDITORIAL
Nº páginas: 152
Año de edición: 2017