Acaba de terminar la FILGUA, esa fiesta que, hasta esta edición cada dos años, y a partir de ahora anualmente, acerca a los guatemaltecos a una muestra bastante amplia de lo que se puede leer en Guatemala.
Recalco sin embargo que no es más que una muestra, que los libros que los lectores pueden comprar en Guatemala no caben en el recinto que ocupamos (ya 50% más grande que el de 2006).
SOPHOS llevó unos 1,500 títulos (lo que cabía) de más de 15,000 que ofrecemos en la librería y estoy seguro que lo mismo pasa con Artemis, con el IGA, con DeMuseo, etc…
Quiero con esto abordar el tema del acceso a los libros y a la lectura, por dos razones.
La primera es la promesa que hizo durante la inauguración de la FILGUA el vice-presidente Espada de eliminar el IVA en los libros. Por supuesto, dudamos todos del realismo de esta propuesta, pero casi todos los involucrados en la cadena del libro alaban la iniciativa, por la que de hecho se ha venido clamando desde el sector desde hace años. Más que la factibilidad de que tal iniciativa llegue a buen término, creo que ha entusiasmado la atención que el sector y sus problemas han recibido de parte del alto nivel del ejecutivo.
Aunque luego no pase nada.
La segunda es la expectativa que la FILGUA genera. Como evidencia el artículo de hoy de Alejandro Urízar en ElPeriódico (y los comentarios de sus lectores), entre otras recientes intervenciones en medios, los guatemaltecos esperan que en los 10 días que dura la feria podrán adquirir los libros que han quedado fuera de su alcance durante todo el año. Y tienen razón de esperar condiciones muy favorables: para eso son las ferias.
El punto que quiero hacer tiene que ver con el acceso. Acceso a los libros por un lado, y acceso a la lectura, por el otro, porque no son la misma cosa.
Como he dicho antes, un lector no se hace en una librería. Se hace en una biblioteca. Querer favorecer el acceso a la lectura a través de la venta de libros más baratos es (la comparación me da escalofríos y adelanto mis disculpas) como querer resuscitar a los infantes que han enfermado y muerto por condiciones de vida miserables e insalubres, con medicinas baratas. Las medicinas baratas se agradecen siempre, pero lo crucial es que lleguen a tiempo. Los libros baratos se agradecen y deberían favorecerse siempre, pero lo importante es que los lectores en formación (para quien lo único accesible es lo gratuito) adquieran el hábito de la lectura antes de que pierdan interés y capacidad.
De ahí viene mi propuesta (contra-intuitiva si se quiere) de no eliminar el IVA de los libros, sino más bien destinar este IVA a abastecer bibliotecas públicas. Desde la perspectiva estricta de mi negocio, en el corto plazo, la reducción de los precios de los libros en poco más de 10% sería seguramente favorable. Apuesto, sin embargo, a que en el largo plazo, favorecerá más a la salud lectora de este país (y de cualquier país) una sana red de bibliotecas públicas que una reducción de 10% en los precios de los libros.
Al plantear el tema (y los problemas) de los libros, la educación y la cultura, creo que vale la pena abstraerse de las soluciones hechas y revisar más profundamente las causas de lo que nos aflige.
Si alguien tiene otras ideas, compártalas por favor.
Estimado Philippe, primero que nada felicitaciones por la nueva presentación del Blogo de los Libreros (y amigos) de Sophos, quedó atractivo y ordenado, es parte de todos los cambios y remodelaciones me imagino.
En cuanto al tema que tocás, hoy mismo leí la columna en mención así como lo hemos platicado varias veces con varios amigos, a mi parecer muy personal, es evidente y cada vez más palpable y demandante, la accesibilidad a los libros como medio de estimulación de la lectura y de allí, cuanta bendición humana provenga de ello (conocimiento, cultura, tolerancia, formación, entretenimiento, imaginación, etc.). Ahora, prefiero las estrategias que las acciones sueltas, por ejemplo, sí me parece bien quitarle el IVA a los libros, y no solo eso, también quitarle los impuestos de aranceles por importacion, que eso es bastante pisto también. ¿Por qué razón?, primero porque el IVA indistintamente de los productos de donde provenga, ya está dividido cual pastel su uso y distribución en la ejecución gubernamental, no creo que hagan una excpeción sobre éstos particulares productos para hacer bibliotecas, por ejemplo. Pero si es indispensable hacerlas, de eso no hay duda.
Lo que digo es, una estrategia seria y comprometida, debería abarcar la promoción de la lectura y el acceso a los libros a todo nivel. También a la clase media. Por un lado estimular la venta de libros más baratos mediante la anulación de los impuestos ya mencionados, por otra parte incentivar la creación y desarrollo de empresas editoriales guatemaltecas, por otro lado destinar buena parte del erario público o de la cooperación internacional para la creación de bibliotecas comunitarias (el apoyo de la comunidad internacional no se negaría, estoy seguro), fomentar también las bibliotecas urbanas, importar como ministerio de educación, las ediciones más baratas de libros y distribuirlos, formar redes de librerias, etc. En esto las universidades tendrían mucho que ver, claro está. Allí se debería hornear bien la costumbre de la lectura amable, no la del castigo.
Bueno, ideas hay, que funcionen es otra cosa. Un saludo muy especial.
Estimado Cristian,
Gracias como siempre por tu atenta lectura.
Te comento un par de cosas, que responden parcialmente a tus comentarios y quizás los amplíen.
Los libros no pagan aranceles de importación en Guatemala, de manera que el único gravamen que soportan es el del IVA.
Es mi opinión que, desde el punto de vista técnico, es más fácil (amén de provechoso) destinar a bibliotecas públicas lo recaudado en concepto de IVA en libros (que en dos platos incluye lo pagado en IVA al momento de la importación y el IVA que los editores locales han cobrado, según su facturación) para lo cual hace falta muy poco (respectivamente localizar un dato en la SAT y censar a los editores y sus declaraciones de IVA mensuales) que modificar la ley del IVA de manera a eximir de IVA a un producto (libros) que, en el mejor de los casos tienen una definición dudosa (cómo se define y diferencian libros, revistas, brochures, panfletos, catálogos y a cuales aplica la exención -un libro con CD no paga IVA pero un CD con librillo sí??, difícil transigir-) y en el peor tiene competidores fuertes en la agenda nacional (como medicamentos y atención médica).
Queda luego por definir y fiscalizar ese fondo, de acuerdo.
La cooperación internacional ya hace mucho por las bibliotecas nacionales (pienso en el gobierno de Suecia, en la AECI española, en la Embajada de Francia, entre muchos otros), pero es la inexistencia de una política pública de creación y fomento de una red de bibliotecas públicas la que limita la ayuda potencial (tanto en fondo como técnica) y la que limita el propio uso que le damos a las bibliotecas en Guatemala.
Decís «…prefiero las estrategias que las acciones sueltas…». No puedo estar más de acuerdo con vos y, a mi juicio, eliminar el IVA de los libros es precisamente eso, una acción suelta. Mucha pompa y ruido, sobre todo político, sí, pero poco o nulo impacto, puesto que atañe al comprador de libros, no al lector, que son dos individuos diferentes y solo coinciden en las clases menos desprovistas.
De nuevo muchas gracias por comentar.
Hola Philippe. Yo he estado pensando en como hacer más útiles mis libros. Y justo creo que organizar o donarlos a una biblioteca sería una buena salida. Porque hay libros que probablemente uno lee una sola vez en su vida y luego se llenan de polvo y ocupan espacio. Pero ¿cuál es la forma eficaz de hacer que los libros tengan más lectores? Puede ser simplemente prestándolos, cosa que ya hago, pero con un reducido número de personas. Y si los dono, ¿a cual biblioteca? Ya se que su negocio es la venta no el préstamo de libros, pero ¿no podría ser sophos también una biblioteca?
Saludos
interesante maarielos, la otra vez participe en un intercambio de libros que se dio en la universidad, no importando el precio ni el titulo, todo consistia en dejar el libro con tu nombre pues por hay, pero suscede que se erobaron los libros, asi que tu ponencia es interesante sin embargo prestarlos aveces es como perderlos casi nunca me los debuelven pero en fin la mision es colaborar con los lectores, pues la mayoria de los lectores de nivel medio son escasos en dinero.