A sangre fría documenta el asesinato de los Clutter, la familia más querida del pueblo de Holcomb, en Kansas, en el año 1959. Compuesta por Herbert, Bonnie y sus 4 hijos, se trataba de una familia ejemplar: tenían una buena reputación, eran bondadosos, asistían todos los domingos a la iglesia, y aparentemente no tenían ningún enemigo.
Todo cambió el día del asesinato.
Dick Hickock y Perry Smith eran dos tipos duros, ex convictos que, además de haber compartido celda, compartían el sueño de ser felices, el cual les habían robado desde que tenían memoria. Las viejas historias sobre un hombre de familia millonario, con una caja fuerte llena de dinero en una granja en medio de Kansas llegan hasta sus oídos y, con la ilusión de un futuro prometedor, deciden probar su suerte…
A partir de un exhaustivo trabajo de investigación, Truman Capote logra transcribir este hecho real con una narrativa que devoramos con deleite y que marca una nueva etapa en el periodismo. Lo que parece ser un crimen sin motivo alguno, tiene un trasfondo complejo, acompañado de un hilo de sinsabores y sueños rotos.
Para su época, esta historia marcó un parteaguas en la literatura de no ficción, debido a que realza las dos caras de la vida norteamericana sin pudor alguno. Por un lado, tenemos a una familia con un sistema de valores pleno y, por otro, a dos criminales sin nada que perder, marginados por los demás. La obra define a una sociedad capaz de ser cruel, de asesinar y de deformar a sus habitantes; eso es lo que hace al texto de Capote insuperable.
Estructurada en cuatro capítulos, la historia nos consume de tal forma que enfrentarse al hecho de que todo esto fue real nos produce escalofríos. El autor logra ponernos en los zapatos tanto de los asesinos como de las víctimas de una manera íntima, sin secretos, del lado más humano posible. Capote nos quiere hacer comprender que las injusticias están justo allí, al alcance de nuestras manos, aun en los lugares que pensamos seguros.
De cierta manera, es desgarrador. Me vi muchas veces interrumpiendo mi lectura para preguntarme: «¿Por qué? ¿En realidad todo tiene que ser así de injusto?» Y sí, en la vida real, las cosas son así. Y en la literatura peor.
Sin duda, A sangre fría es un libro que recomendaría a todo aquel que quiere ser sorprendido. Es, simplemente, una historia fascinante.